Resumen
Los ecosistemas de montaña son espacios de gran importancia para la humanidad por los servicios ecosistémicos que proveen y, a la vez, son vulnerables y frágiles frente al cambio climático. La Cordillera Blanca, ubicada en el departamento de Ancash, es representativa de este contexto. En 2012, la microcuenca Santa Cruz, ubicada en esta cordillera, fue afectada por un aluvión debido a la sobresaturación del dique morrénico de la laguna Artizón Bajo. Este aluvión afectó los medios de vida de la población aguas abajo. Los servicios principales, como agua para consumo humano y actividades económicas, fueron rehabilitados inmediatamente. Sin embargo, se perdieron 236 ha de ecosistemas importantes de la microcuenca. Esta pérdida ha influido en la calidad de servicios ecosistémicos de regulación hídrica debido a la alteración de la calidad de agua, en los servicios ecosistémicos culturales debido a la reducción de la calidad paisajística de la microcuenca, y en el servicio de provisión de alimento para ganado. Estas áreas necesitan ser recuperadas y, para ello, el INAIGEM, con participación de la población local, ha desarrollado acciones para generar procesos sociales y técnicos hacia la recuperación de los servicios afectados. En esta fase inicial, se han instalado dos parcelas representativas de 15 y 20 ha para investigar procesos ambientales y sociales de recuperación y conservación de los ecosistemas y contribuir con la sostenibilidad de los servicios ecosistémicos.